Pues sorpresa! No pensé que fuera a escribir de nuevo en este blog pero como la aventura aún no se termina decidí que era momento para un nuevo post.
Hace ya casi un mes que regrese de mi viaje y pues les cuento que no me pude quedar quieta jajajaja. No es la primera vez que me cuesta readaptarme a Querétaro después de un viaje, me ha pasado ya en otras ocasiones. Supongo que a ustedes les habrá pasado que regresando de unas vacaciones la rutina parece demasiado dura, ahora imaginen lo que es intentar un cambio de vida comenzando con un viaje.
Así que llegue a Queretarock dispuesta a comenzar una nueva vida y resultó que regrese más perdida de lo que andaba ya jajajaja. Obviamente sin dinero ni chamba, pues me puse a buscar, desafortunadamente justo en la temporada baja de contrataciones en el centro del país, y como no encontré nada pronto pues decidí tomarle la palabra a mi amigo Mario y manejar al sur en busca de chamba y como ya lo mencioné en busca de una vida nueva.
No puedo decir que mi vida en Querétaro era mala, después de todo ahí está mi hogar, mi familia y mis amigos. Lo que sucede es que una vez que agarras el vuelo, no es fácil quedarse en tierra por mucho tiempo. La verdad es que la idea de regresar a un trabajo de oficina me resultó sofocante y pensé que por lo menos sería bueno intentar un cambio, entonces agarre mis cosas de nuevo, mi carrito y me dirigí hacia el sur, específicamente a Tulum.
Me he dado cuenta que la aventura tiene un precio y no me refiero solo a lo económico. Ya ha sido toda una aventura renunciar a un trabajo estable e irme de voluntaria, pero bueno, tenía cierta seguridad y confort sabiendo que era un viaje que eventualmente terminaría y que tendría un propósito. El precio desde un principio fue renunciar a la estabilidad pero sabía que los resultados serían positivos. Esta vez es diferente, no sólo he puesto en juego la estabilidad, también he dejado a mi sistema de apoyo, es decir, familia y amigos muy muy lejos y quizá es lo que más me está costando trabajo.
Llevo pocos días en el sur, pero el cambio ha sido fuerte, lo que me lleva a cuestionarme muy seguido si estoy haciendo lo correcto, después de todo, como leí una vez, siempre estamos a tan solo una decisión de una vida completamente diferente y eso siempre asusta.
He de confesarles que recientemente me dio un ataque de nervios jajaja, bueno no tanto así, pero si me encontré en un momento muy vulnerable, sin hogar, sin trabajo y obviamente sin dinero, pues todo me lo gaste en el viaje, jajajaja, pues quien me manda verdad? Afortunadamente platique con alguien que me contó una de sus aventuras, llegar a un país extraño, sin hogar ni trabajo, sin conocer a nadie, y sin hablar el idioma, comenzando desde cero. Definitivamente alguien admirable, pues la resiliencia y la capacidad de moverse y salir adelante es algo que no se aprende en la escuela. En fin, esa anécdota me hizo poner en perspectiva mi actual situación. He pensado mucho que por lo menos estoy en mi país, acompañada de una de las personas que más me conocen y afortunadamente tengo las herramientas tanto para seguir en esta aventura, como también para tomar la decisión de regresarme.
Es curioso como muchas veces las demás personas ven en mi lo que yo no veo. Cuando cuento mi historia a desconocidos la reacción normalmente ha sido: Wow eso es muy valiente de tu parte, jajajaja. Recientemente también alguien me dijo, eres una persona muy inteligente jajajaja. Suena bonito, pero lo que esta gente no sabe es que estoy más perdida que un universitario a punto de terminar la carrera y que estoy que muero de miedo jajaja.
Les cuento que Tulum efectivamente es un paraíso para mí, es un pequeño pueblo lleno de gente joven, turistas y gente relajada. Muchos inmigrantes de otros estados del país y de otros países. Y bueno como en cualquier paraíso terrenal hay que pagar y caro jajajaja. Hay mucho trabajo, eso me queda claro, pero no es tan bien pagado como lo imagine, pero creo que es porque aquí cuenta mucho la habilidad para vender, así que es una parte de mi que tendré que explorar. Siempre dije que yo no soy buena vendedora pero esta vez solo me queda aprender y echarle ganas.
He tenido varias entrevistas de trabajo, lo que hice fue mandar cv's por Correo y a través de páginas de internet, como se hace en Querétaro por lo menos. Nunca pensé que iría de puerta en puerta a buscar chamba, pero así lo he hecho por consejo de mi amigo Mario. Así que aunque ya había mandado mi currículum a varios hoteles pues me presenté en los lugares que ya me estaban considerando. De hecho se supone que hoy comenzaría en un hotel, pero hoy por la mañana que llegue a mi "primer día" resultó que aún me faltaba una última entrevista con el gerente general y como que no lo vi muy convencido. Así que me mandaron a mi casa (no existente por el momento jajajaja), con una promesa de que me llamarían por la tarde.
Frustrada me dirigí a ver a mi amigo para contarle que había perdido otra entrevista por qué supuestamente ya era mi primer día, y me recomendó ir a la otra entrevista aunque ya fuera tarde.
Con la cola entre las patas me fui a la otra entrevista, o por lo menos a ver si me podían dar una, y afortunadamente me trataron bien, a pesar de que iba tardisimo (pues ya no iba a ir), me recibieron, me entrevistaron y se supone que si les guste a pesar de mi falta de experiencia en el ramo hotelero. Me entrevistó la gerente general, una española, que exuda calidez humana. Así que me quede muy contenta, pues algo que siempre ha sido importante para mí en mis trabajos es poder aprender de un buen jefe. Espero que por lo menos saque eso de esta experiencia. También espero que me alcance el buen karma y encuentre algo que me guste lo suficiente para quedarme, y si no pues por nos veremos pronto por Querétaro.
No sé qué vaya a pasar, no sé cuánto tiempo me vaya a quedar, pero lo que sí les puedo decir es que el precio de la aventura es caro, es apostarle a lo desconocido, te cuesta la estabilidad, la seguridad y el confort, cuesta espacio, cuesta la tranquilidad, cuesta la certidumbre, el sueño, estar lejos de tu gente, lo más caro quizás sea la soledad, pero también la aventura promete cambio, desarrollo, rompe con la monotonía, promete resiliencia pero sobre todo promete aprendizaje, que es lo más importante.
Los que me conocen saben que crecí hasta cierto punto en "jaula de oro" pero como dice la canción de los Tigres del Norte jajajajaja, aunque la jaula sea de oro no deja de ser prision y mi gran problema para regresar a ella es que ya aprendí a volar.
No sé cuando vuelva a escribir, he descubierto que es mi válvula de escape cuando estoy estresada o depre, así que espero no hacerlo pronto, o hacerlo como con el viaje, para contarles cosas chistosas de esta nueva aventura. Mientras tanto como siempre, solo me queda mandarles puras buenas vibras, mucha luz y desearles mucha felicidad!