La primera es que MUERO DE CANSANCIOOOOO!!!! Y es que definitivamente cuando uno cumple 30 ya no es lo mismo jajJaa. La verdad no les había escrito porque saliendo del orfanato acabo fundida y no se me ocurre nada, jajaja.
Bueno pues esta es mi tercera semana en Camboya y ya me empiezo a acostumbrar, lo malo es que el tiempo se está pasando demasiado rápido 😢. En fin...
Estoy segura de que muchos de mis amigos apostaron a que tendría algun accidente durante mi estancia aquí y la verdad es que no solo me pasó una cosa, jajaja ya me han pasado varias. Para los que no me conocen les informo que mi segundo nombre es torpeza. Muy seguido me ocurren accidentes, al parecer no pasé la materia de coordinación matriz en el kínder jajaja, y de ahí que se me ocurrió contarles sobre mi estado de salud jajajaja.
Lo primero que me sucedió fue una infección de vías urinarias, noooo piensen mal, los camboyanos no son mi tipo definitivamente... Cuando llegue a Camboya me costó mucho trabajo asimilar el hecho de que las condiciones sanitarias están muy por debajo de las de México. Si ustedes creen que los baños de las gasolineras en México son asquerosos pues imagínense un baño tipo de feria pero en una escuela o en un restaurante y a eso agreguen que no hay papel de baño. Y es que aparentemente los Camboyanos no tienen problemas con bañarse hasta 3 o 4 veces al día para no oler mal, pero un baño extremadamente sucio no es en precisamente un problema. Además con el calor que hace por estos rumbos, es casi imposible no tomar muchísima agua. El punto es que por andarme aguantando me dio una infección y durante más de una semana me tocó tomar antibióticos, pues creo que mi infección estaba ya bastante fuerte. Afortunadamente parece que ya estoy bien y pues ahora ya aprendí a no aguantarme y ahora he cambiado la posición de aguilita por la de águila real, que es algo así como casi casi pararte sobre el escusado jajajajaja, es broma.
El segundo evento desafortunado fue un pisotón que me dio una niña del orfanato. Hace un par de meses me lastime el pie derecho al brincar durante un concierto en Querétaro y acabe lastimándome el dedo chiquito y parte del pie, bueno pues esta niña, que está más alta que yo y mucho más pesada, un día pasó sobre mi frágil y no aún curado del todo dedito. Resulta que en Camboya uno tiene que quitarse los zapatos antes de entrar a una casa o bien. En mi caso antes de entrar al salón, lo cual es muy contradictorio porque los pisos de los interiores son igual de sucios que los del exterior 🤔. El chiste es que cuando esta niña me pisó yo estaba descalza, y bueno ella también pero la del pie abajo era yo. Les juro que casi me pongo a llorar, me dolió tanto como si me hubiera pegado con la base de la cama. Este aún me duele.
Una de las cosas que definitivamente Odio de Phnom Penh, aparte de la suciedad, es la cantidad exagerada de hormigas que hay por todos lados. Hasta en la cama. Yo venía un poco preocupada por los piojos o bien por los mosquitos, los cuales no han sido ningún problema. Pero nadie me dijo que las hormigas son peores que los moscos y piojos juntos, así que imagínense, el tercer evento desafortunado fue haber sido casi devorada por hormigas. Bueno, solo los pies, pero aun así, todavía me despierto en la noche con comezón de perro pulgoso.
Si les parece poco, les platico que una de las desventajas de trabajar en un orfanato es que los niños te pegan algunas de sus enfermedades. En mi caso, me contagiaron un tipo de dermatitis bastante incómoda. Me llené de granitos en los brazos y en las manos, inclusive en los tobillos. Esos días tampoco podía dormir por la comezón. Afortunadamente esta ya está cediendo gracias a una pomada camboyana tipo vitacilina que me dio una de las maestras con las que trabajo.
Y bueno, aún no se me quitaba la infección de vías urinarias, ni la dermatitis ni los piquetes de hormigas, y aún me dolía mi dedo chiquito del pie izquierdo cuando tuve otro pequeño accidente. Este fue en el primer fin de semana, cuando me fui a la playa. Hace un año me lastimé el dedo gordo del pie izquierdo durante mi clase de TRX, y bueno, tuve que estar en rehabilitación física durante un mes. Pues el fin de semana en la playa, mientras caminaba rumbo al hotel, observando el mar, el horizonte o lo que sea (imaginen cualquier escena chafa de novela playera de Televisa), y mientras pensaba en la inmortalidad del cangrejo, me tropecé con una mega piedra color arena que obviamente no vi, y no tampoco llevaba lentes.
Sali casi volando pero logré mantenerme en pie, aunque sí se me salieron un Ay Cabron! al momento de casi volar, y un Pendeja! al momento de ver mi dedo rojo del mmadrazo que me metí, bueno y otras 2 que 3 leperadas más, de esas que uno dice cuando se pega en el dedo chiquito del pie.
Por cierto, esta isla está a 1 hora de la civilización donde se encuentra la clínica más cercana y solo hay 2 farmacias con curitas, vendas, alcohol y aspirinas y suero para la cruda oooobvioo, es decir lo más básico. Así que solo me limpie mi dedito, me lo vendé y pues así anduve en la playa y en la fiesta en la noche, con el pie enterrado en la arena pero vendado. Lo único que me quedo fue echarme el alcohol para la herida, solo que en forma de cervezas y me ayudó con el dolor jajJaa y tenía esperanzas de que me ayudara en caso de alguna infección jajaja.
Para cuando acabó el viaje traía un pie de elefante, completamente hinchado, y el dedo morado, pero los que me conocen y saben que soy torpe, también saben que soy súper guerrera y no me rajo jajajaja, y un tropezón no me detiene para seguir en friega. La verdad no llevaba conmigo mis datos del seguro médico, pero aunque lo hubiera llevado probablemente no hubiera ido al hospital. Mi dedo sigue morado, pero ya sin dolor y sin venda y definitivamente ya no parece de elefante. Lo que sí es que ahora tengo cuidado extra con mis pies al andar descalza en el orfanato, prácticamente ando esquivando obstáculos peligrosos y pisadas todo el tiempo.
La cereza del pastel fue la semana pasada que se fundió el foco de mi baño y a la dueña de la casa, encargada de cambiarlo, le valió madres y no lo cambió durante días, así que un día al bañarme no me di cuenta de que me había quedado jabón en la uña y al tallarme un ojo me lo embarre directivo en la córnea jajaja, me ardió hasta el alma y anduve con el ojo rojo durante 2 días. Lo bueno es que por fin cambiaron mi foco.
Bueno, esto de andar herida ha sido un tanto cómico ahora que lo pienso, claro que cada que me pasaba algo no podía dejar de pensar en lo estupida y ridícula de la situación y he de confezar que no tener a quien recurrir, ya fueran amigos o familia me puso bastante chipil. Ahora cargo con mi tarjeta del seguro médico a todos lados y afortunadamente ya no ha pasado nada. Quizá la más racha ya terminó, pero no puedo cantar victoria, ah un faltan casi 2 meses para estar en mi tierra, en donde mis accidentes pueden ser atendidos más fácilmente. Aún así he aprendido que definitivamente ninguna herida me detiene jajaja o como dijeran mis amigos, NO ME RAJO!
En fin, ya les platicaré de mi viaje a Siem Reap en otro post. Este fin de semana toca conocer Phnom Penh, capital de Camboya. A ver que tal me va, por lo menos no será un viaje largo y tendré tiempo de mandarles más información y más patoaventuras!
Mientras tanto les mando mucha luz, buenas vibras y mucha felicidad!