miércoles, 21 de septiembre de 2016

Dora la Exploradora o Mowgli en entrenamiento???

Kiubo gente!? Pensaron que los dejaría en suspenso tanto tiempo? Jajaja pues No! 

Les cuento que ando un poco triste, pues Bali hasta ahora no ha sido lo que esperaba (ya después les cuento) y como escribir el blog me pone súper contenta pues mejor les escribo para contarles el dramático final de esta aventura Camboyana. 

 

Como ya les platiqué en el post anterior, pasé la noche en una choza en la selva después de ver a los maravillosos elefantes. Al siguiente día nos despertamos  a las 7 am para poder desayunar los tan prometidos pancakes de plátano con nutella y salir a conquistar la montaña a las 8. Yo decidí darme un regaderazo con agua fría para despertarme. Me tomo creo que solo 5 min , pues el agua era demasiado fría, pero mi temperatura se regularizó con el café tan rico que nos sirvieron junto con los pancakes. Estuvo bastante bueno el desayuno, solo podía pensar en si sería mi última comida, de ser así no estaba mal, aunque hubiera preferido una hamburguesa de ultima cena jajajaja. 

 

Después del desayuno, nuestro guía Krim (de 41 años) nos indicó que tomáramos dos botellas de agua por persona y nos dio un recipiente con arroz blanco para el lunch a cada uno, pues el trayecto duraría 8 horas! 😱. Nos recordó que no regresaríamos a la choza, pues el recorrido acababa en un pueblo de la montaña, así que teníamos que llevar todas nuestras cosas y asegurarnos de no olvidar nada. Antes de partir nos dio a cada uno un tronco delgado de bambú para apoyarnos, pues no pesaban nada y eran muy resistentes y al parecer los íbamos a necesitar. 

 
   
 
Krim

Mientras que las europeas iban súper equipadas, con zapatos especiales para Trekking y ropa deportiva, yo llevaba ropa que pensaba tirar después de la caminata. Mi amiga Mexicana a la que conocí en lo del voluntariado, me recomendó llevar ropa que ya no quisiera, me dijo que terminaría tan enlodada que sería casi imposible que quedara limpia. Así que disculpen la facha en las fotos, pero fue con toda la intención jajaja. Por otra parte, Krim, el guía, solo llevaba sus chachas, un pantalón que se veía de tela delgada y una camisa de manga corta. 

Emprendimos el viaje al tomar el mismo sendero que para los elefantes del día anterior. De nuevo el piso estaba resbaloso, a pesar de que no había llovido en toda la noche, seguia igual. Tomé con fuerza mi tronco de bambú y seguí caminando, o patinando más bien. El camino era de bajada y me resbalé varias veces pero no me caí. Era la última y me sentía un poco presionada para alcanzar a los demás, mi amiga Kerry me esperaba para que no me perdiera. Trataba de caminar lo más rápido posible, pero el piso resbaloso me impedía correr, así que decidí tomar las cosas con calma, aquí si aplicaba la de lento pero seguro. Creo que la velocidad de las europeas también se debía a que ellas ya habían hecho Treking antes, se les veía en el equipo que traían y la verdad estaban en muy buena forma. 

Habían pasado apenas 30 min y yo ya sudaba como nunca, además los moscos estaban con todo y el sudor no ayudaba a mantenerlos lejos. Caminamos durante masomenos una hora en pura bajada, yo me agarraba de lo que podía, no sólo del bambú, también de ramas y piedras, esperando que ninguna tuviera algún bicho camuflajeado que me fuera a picar. En algunas partes inclusive preferí bajar sentada aunque me enlodara toda, era eso o mi vida, jajaja, especialmente cuando bajamos por partes que eran orillas del acantilado. Después llegamos a una parte un tanto plana y expuesta al sol por lo que la tierra estaba seca y no nos resbalábamos, fue un pequeño descanso y podía seguirles el paso a los demás.

Me sentí un poco aliviada pues esperaba que el camino ya fuera un poco más regular, en realidad no sabía lo que era el Trekking hasta ese día. En mi vida solo una vez había hecho Trekking, y ni siquiera sabía que se llamaba así. Fue en tercero de prepa, en un retiro que organizó la escuela y todos mis compañeros y yo fuimos a Ajusco y subimos hasta la parte en donde no se necesitaba equipo especial. En ese entonces yo estaba convaleciente (jajajaja para variar), y uno de mis compañeros que traía muletas me prestó una. Así subí el Ajusco y había sido hasta la fecha uno de mis mayores logros, pues no me raje. Pero creo que la vida y el karma decidieron que era momento de sobrepasar mis propios límites, así que ahora me encontraba ante el reto de recorrer 18 km de una montaña. Yo comenté que se haber sabido no hubiera ido y la chica holandesa me dijo: -cuando lo termines te sentirás muy orgullosa- (se le olvidó decirme, "si es que lo terminas" ...  

 
(En mi pose de Hasta dónde son 18 kilómetros? Falta un chingo!) 

Después del descanso que era caminar por una superficie plana, nos tocaba la parte de subida. Fue un infierno, y aunque resbalar y caer en una subida es menos aterrador, los músculos de las piernas arden, y el trasero también. Sentía cada vez más cansancio y respirar era cada vez más difícil. Escalaba de nuevo agarrandome de lo que pudiera, rocas y ramas. En una subida note que mi pie estaba dentro de una huella de elefante, pero no lo pude fotografiar 😞, no podía perder concentración o podria caerme. En algunos tramos me apoyaba con las rodillas para poder subir, aún tengo los moretones jajaja. 
Aún en las partes planas en ocasiones sentía un poco de miedo, pues el camino estaba cubierto por maleza y no se veía el piso, por lo que sí había algún animal o bichos no los podría ver. Eso me preocupaba, que tal que salía Ka o Shere Khan del libro de la selva! Ni como correr. 😱
A las 11 de la mañana llegamos al lugar designado para el lunch. Todos estábamos muy cansados, parecía que habíamos caminado todo él día, a pesar de que apenas iban 3 horas. Había una pequeña cascada cerca, solo las alemanas se metieron a nadar pero se salieron después de unos 10 minutos, al parecer el piso estaba igual, muy resbaloso e irregular.

Krim, el guía sacó de su mochila una bolsa llena de vegetales para el arroz y con un machete que traía otro guía que andaba por ahí hizo un pequeño recipiente con bambú, para servir los vegetales. Mientras tanto el otro guía, que iba con una alemana que viajaba sola, hacía unos vasos del mismo material. En ese momento me di cuenta de que por fin descubrí la nacionalidad de Mowgli!!! Es Camboyano, seguro! Todo checababa a la perfección. La facilidad con el que estos hombres se manejan en la selva es impresionante. Caminan la montaña casi a diario con sus chanclitas o descalzos y ropa ligera. Hacen sus propios utensilios, identifican los árboles, las huellas etc., se trepan a los árboles y andan descalzos por las piedras de los ríos con gran destreza. Ah y también se encueran de repente jajaja, bueno se quitan la camisa y a pesar de los moscos andan como si nada. 
 
 
 

Comimos y descansamos durante un rato, el guía nos dijo que era momento de partir, veríamos dos cascadas más y se nos unieron el guía y la alemana que iban sin grupo. Después del descanso y la comida me sentía un poco mejor y ya un poco más segura comencé a avanzar más rápido, ya no era la última 😄. 
Llegamos a un acantilado, había que bajar una pendiente súper pronunciada, pero habia un tipo barandal hecho de ramas, había que agarrarse del barandal y apoyarse en el palo de bambú. Después de un tramo, se sentía el agua que salpicaba la cascada, mi cara estaba toda mojada y mientas seguía avanzando todo se veía más húmedo y el lodo comenzaba a darle paso a las rocas. Por fin llegamos a la cascada, rodeada de rocas enormes, parecía la escena perfecta para que yo me cayera y me rompiera algo, o por lo menos me lastimara un pie. Tuve mucho cuidado, ya llevaba medio trayecto sin accidentes y mi meta era salir ilesa. La cascada era impresionante, 60 metros de altura, un lugar en donde no se puede nadar por la corriente la fuerte. 

 
 

Después de la foto regresamos por el mismo camino para ir a ver otra cascada y una gruta. El terreno en esta parte no fue más noble, pues todo el camino eran rocas gigantes y punteagudas, el reto era cada vez más fuerte conforme avanzábamos en la montaña. Al ver el camino hacia la cascada y la gruta pregunte al guía si regresaríamos por el mismo camino para quedarme, y me dijo que no, así que era p'alante o p'alante. 

Vimos la cascada y la gruta, descansamos 5 minutos y seguimos un camino de subida. No sabía qué hora era ni cuánto faltaba para que terminara el recorrido pero escuche al guía decir que habría varias subidas a partir de ahí, pues la aldea en donde nos recogerían estaba en lo alto de la montaña. 

De nuevo caminamos y caminamos, me resbalé un par de veces y me caí de sentón una vez. En este tramo iba justo detrás del guía, hasta adelante, no sé de dónde saqué fuerzas, supongo que era la necesidad de salir de ahí lo antes posible. Al principio me preguntaba quién carajos paga por ir a sufrir de esa manera voluntariamente?! Me decía a mí misma, solo tú haces estas tonterías por no investigar bien. Pero también pensaba que de haber sabido no lo hubiera hecho. Después comencé a notar en algunos tramos que simplemente dejé de pensar y estaba completamente concentrada en el camino y en cada paso. En ese momento me cayó el veinte de por qué la gente hace Treking, el reto simplemente te hace que dejes de pensar, en cierto momento es relajante, pues sólo se piensa en el paso que se está dando. 

Después de un rato llegamos a una parte plana, descansamos un momento, habia una pequeña choza con una familia que nos dejó descansar en unos troncos que tenían afuera. Era el último trayecto de subida. El guía nos dijo que era la última subida, serían 30 minutos y después caminaríamos media hora más sobre terreno plano hacia la aldea. Fue creo que la subida más difícil, aunque quizá solo era el cansancio el que me hacía tener esa impresión, de nuevo me ardían las los músculos de las piernas y el trasero, y no había donde descansar, teníamos que seguir, pero me reconfortaba tanto saber que ya casi era el final, que me puse en modo veloz y subi tan rápido como pude. 

Por fin llegamos a la cima!  (Imaginen por favor el tema de Rocky) Vimos todo el camino plano hacia la aldea. Estábamos tan felices, por fin habíamos terminado, solo faltaba un kilómetro, lo que sumó un total de 19 km de recorrido.  Me sentí muy orgullosa, lo logré y lo mejor, salí ilesa! (Ahora imagínen la canción de We are the champions). 

Llegamos a la aldea en donde nos recogerían y mientras esperábamos tomamos una cerveza para celebrar, mientras platicábamos de lo que acabábamos de lograr. Las plantas de los pies me dolían horrible y me costó trabajo pararme para subirme a la pick up que nos llevaría a los bungalows. 

  
 

Llegamos al Proyecto Mondulkiri para hacer check in. Nos llevaron a nuestro bungalow y me metí a bañar de inmediato. Deseche la ropa y los tenis que había usado. Después salí a la terraza de la habitación para ver el atardecer. Mi amiga Kerry y yo no parábamos de hablar de nuestra travesía. Después fuimos a cenar al comedor del mismo lugar, simplemente no teníamos fuerzas para salir al pueblo. Después de cenar nos fuimos a descansar, pues nuestro transporte salía hacia Phnom Pen a las 7:15 de la mañana del domingo. 

  
 

No hay duda, esta fue la manera perfecta de terminar la aventura en Camboya 😀.  Ahora toca preparar maletas y tomar el avión a Bali. 
De eso les platico después. Mientras tanto les mando mucha luz, buena vibra y felicidad. 





Mondulkiri Project

Hola a todos! 

Ahora sí, lo que muchos esperaban, jajaja la aventura con los elefantes. 

 

No sé si ya les había contado, pero el plan original era ir el tercer fin de semana que estuve en Camboya, pero desafortunadamente cerraron el lugar por un par de semanas, por lo que me tuve que esperar hasta el último fin de semana. Creo que fue una buena buena manera de cerrar el círculo, aunque me dejo un poco exhausta para mi llegada a Bali. 

El proyecto Mondulkiri es una organización que se dedica a la conservación de los elefantes asiáticos. Están ubicados en una provincia que se llam Saen Monourom y organizan paseos para ver a los elefantes que viven libres en la selva y también ofrecen paseos guiados por la montaña. 

Salimos el día viernes por la mañana. Originalmente era mi último día en el orfanato, pero como tenía tantas ganas de ir a lo de los elefantes, termine mi voluntariado un día antes. Nos tomó más de 6 horas llegar, nuestro transporte fue una minivan, no tan lujosa como la primera a la que me subí, pero lo suficientemente cómoda. Solo hubo dos detalles, 1. El chofer conducía como loco!, no sé si mi percepción de conducir rápido cambio después de andar todo un mes en Tuk Tuk, y ahora ir a más de 70 km/hr me parecía estar en rápido y furioso version Camboya, el chiste es que sentí que iba rapidísimo y aparte en caminos llenos de baches. Además los Camboyanos no saben usar las luces altas para apurar al de adelante, que hacen? Pitaaaan! Toooodo el tiempo fue pitando, la verdad fue muy fastidioso. Y por si fuera poco el detalle 2. Dos chicas camboyanas con sus novios, que iban sentadas atrás de mi amiga Kerry y de mi. Iban en el chisme y se la pasaron hablando todo el camino, pero sus voces eran muy fuertes y agudas (el tono de voz de los camboyanos en general es muy agudo). Se reían, gritaban, se reían, gritaban, esa fue la dinámica durante más de 6 horas! Mi amiga y yo las queríamos ahorcar pero no nos quedo de otra más que ponernos nuestros respectivos audífonos y poner la música a todo volumen. 

El plan era ver a los elefantes el viernes y hacer el paseo por la montaña el sábado para regresarnos el domingo y yo poder tomar mi vuelo a Bali. Así que  el viernes llegando al hotel del Proyecto Mondulkiri (ellos mismos tienen unas cabañas que están construidas en lo alto de los árboles) nos indicaron que tomáramos solo lo indispensable para pasar la noche en una cabaña en el bosque después de ver a los elefantes. Nos pidieron lleváramos manga larga y pantalones largos por los mosquitos y repelente y nos dieron 5 min para estar listas pues ya solo nos esperaban a nosotras para hacer el recorrido. 

Mi amiga Kerry se apresuró a sacar cosas y ponerlas en una mochilita. Ante la presión de tener 5 min para estar listas yo solo saque mis chanclas de baño y la ropa que tenía planeado usar el domingo y me lleve todo lo demás. Nos llevaron en una camioneta pick up hasta el punto de partida. Íbamos en l parte de atrás y el terreno era tan irregular que brincábamos cada vez que la pick up pasaba un bache. Fue muy divertido. 

 

Llegamos a un cruce y nos indicaron que bajáramos pues de ahi teníamos que caminar hacia la cabaña en donde nos esperaban. Comenzamos a caminar y el terreno estaba muy resbaloso, pues había llovido un día antes. Ahí me di cuenta de que tenía que tener mucho cuidado si no quería salir lastimada de ahí. Después de caminar masomenos por media hora llegamos a la cabaña que en realidad era una choza y una vez reunidos con el resto del grupo, el guía nos indicó que lo siguiéramos. 


Había un pequeño sendero que nos llevaría al río en dónde podríamos ver a los elefantes. Desde el primer paso que di sobre el sendero mi pie resvalo. Ese sendero era mucho peor que el camino que habíamos seguido para llegar a la choza. No solo era más resbaloso, había también pendientes muy pronunciadas y el lodo las hacía más peligrosas de lo que ya lucían. La verdad tenía mucho miedo de lastimarme, además los tenis que llevaba no eran aptos para ese terreno pero no tenía otros, aún así no me podía rajar, era uno de mis sueños!, asi que busque algo con lo que pudiera apoyarme y encontré un pedazo de madera, lo suficientemente resistente para aguantar mi nuevo peso jaja. 

En verdad fue todo una aventura, teníamos que cruzar una parte del río por un Puente, escalar y bajar en lodo mojado, o sea súper resbaloso, inclusive pasar por algunos acantilados que se veían bastante aterradores, pero aún así en mi mente solo estaba "ver a los elefantes" era lo único que quería. Así que seguí, hasta que por fin, después de caminar por hora y media llegamos al río. Nos dijeron que los elefantes eran atraidos con el olor a comida, nos dijeron que tuviéramos cuidado con no ponernos detrás de ellos, que los podíamos bañar y que no le diéramos todos los plátanos al primero, pues veríamos a 5 elefantes más. 

  
 

El Mondulkiri Project rescata a elefantes de bosques deforestados y a otros victimas de maltrato humano. Nos explicaron que los rescatados de los humanos normalmente están acostumbrados a ellos por lo que no tienen problemas para socializar con las personas (ya se, suena contradictorio, pero así es) así que no habia que temer. Hay personas que los cuidan, son tipo guardabosques que tienen facilidad para atraerlos, normalmente con comida, y como los elefantes confían en ellos, los siguen. No se les ponen cadenas, ni se les lastima con lanzas, de hecho estos majestuosos animales llegan también nadando por el río y se van cuando ya no hay más comida jajajaja. Nadie los detiene, son libres. 

 
      

Desde que vi al primero me derretí! Era simplemente hermoso y majestuoso. Todos el grupo se aperro en la orilla del ir para verlos tocarlos y nadar con ellos. Eso fue lo único que no me gusto, pero durante un momento llegó mi turno de verlos, tocarlos y darles de comer. Fue una experiencia maravillosa. Inclusive ya sin comida pude acariciar durante unos minutos a uno de ellos, sentí que conectamos, jajaja no se crean , pero fue súper chido poder verlo a los ojos. Es un sentimiento especial. 

  
 

No sé qué más les puedo contar sobre esto, creo que las imágenes dicen más por sí solas.

     
(Mi amiga Kerry se llevó un susto, pensó que el elefante la devoraría, jajaja) 
    

Después nos llevaron a otra parte del río en donde vimos a 3 elefantes más, solo uno de ellos se acercó a la orilla, los otros dos pasaron a mi lado, con gran indiferencia y sus ojos ni siquiera voltearon hacia mi jajajaja, ay dolor! En fin, era la prueba de que son libres. Además eran nuevos en el santuario, al parecer seguían explorando él área. 

 

Comenzó a llover, así que nos dirigimos de regreso a la choza. Esta vez me costó menos trabajo, quizá porque ya había visto a los elefantes, o quizá porque ya sabia el camino, pero esta vez pisaba con más seguridad, lo que me permitió avanzar más rápido. 

Me gustaría decirles que aquí acabo la aventura pero no! Jajaja. Llegando a la choza nos despedimos de los que solo habían hecho el recorrido de los elefantes ese día. A los demás de grupo nos indicaron que dormiríamos en la choza a la que llegamos. Los 10 del grupo dormiríamos todos juntos jajaja bueno cada quien en su hamaca con mosquitero y una cobija, pues en esa área hace un poco de frío por la noche. Cenaríamos ahí mismo la famosa sopa de bambú, típica de la región y desayunaríamos pancakes de plátano con nutella antes de salir a hacer Treking por la montaña. 

Todos estábamos sorprendidos, al parecer nadie sabíamos que dormiríamos en una choza sin puerta y sin electricidad, en medio de la selva. Ya se imaginaran nuestra cara. Obviamente la choza no tenía baño, el baño estaba afuera a unos cuantos metros. Tenía una regadera con agua fría y tampoco tenía luz, había que hacer de aguilita y a oscuras, jajaja hablando de retos jajajaja. 

Después del shock de saber que dormiríamos en ese lugar tan remoto, a merced de la selva jajaja, nos dispusimos a descansar un rato. El grupo los conformábamos 10 personas, casi pura vieja, eso es todo! Había 3 suizas, 3 alemanas, una holandesa, un inglés, que era el único hombre y mi amiga Kerry y yo. Vimos el atardecer desde la choza, mientras pensábamos en el reto del siguiente día, pues se nos había informado que la caminata era de 18 kilómetros, nadie sabíamos pues esa información no aparece en la página de internet jajajJ. Así que un poco asustados parecíamos muy pensativos. Yo solo pensaba en mi dedo lastimado y en el peligro que representaba para un persona como yo, (torpe, ya saben) una aventura como esta. Tenía nada más y nada menos que 18 kilómetros para dar malos pasos y lastimarme. Fue tanto mi estrés que hasta comenzó a darme migraña, pero ya no me podía rajar, aunque sí lo pensé. 

   
   

Después de un rato la cena estuvo lista, obviamente cenamos sentados en el suelo y sin mesa. La cena estuvo buenísima y nuestro guía saco una botella de vino de arroz para acompañarla. Mientras cenábamos las mujeres que cocinaron para nosotros se apresuraron a cambiar las hamacas normales por las hamacas con mosquitero. Son hamacas con cierres que unen la tela de abajo con el mosquitero, imaginen un sleeping bag con una maya encima. 

Después de cenar nos quedamos platicando todos un rato mientras tratábamos de acabarnos el vino de arroz. No lo hicimos, pues sabíamos que no queríamos estar crudos al día siguiente. Durante ese rato escuchábamos ruidos raros, obviamente animales y un sonido muy particular, parecido al sonido terrorífico de la serie Lost, de cuando va a aparecer la sombra. Cada que lo escuchábamos todos nos quedábamos callados y nos volteábamos a ver. La verdad si daba miedito, pero ahora que lo recuerdo me da risa  Después de un rato de estar sentada en el suelo ya no podía más, estaba súper cansada, así que dije buenas noches y me fui a encerrar a mi hamaca, las alemanas hicieron lo mismo y los demás se quedaron platicando. 

A la 1 de la mañana aprox. mi pequeña vejiga comenzó a dar lata! Tenía que hacer pipi! Lo pensé durante 1 hora, estaba completamente despierta y a punto de hacerme en la hamaca, y sabía que si no iba al baño no podría dormir en toda la noche. Escuchaba el sonido ese aterrador de Lost y me decía a mí misma, mejor duérmete jajaja, pero no podía. Me armé de valor y como no había luz agarre mi teléfono, puse la lampara del mismo y salí de la choza hacia el baño lo más rápido que pude y sin voltear a ver hacia la oscuridad. Ya de regreso en la hamaca por fin pude dormir mientras aún dudaba en si subir la montaña o regresarme al pueblo para no exponerme, de todas maneras era obvio que la decisión ya estaba hecha, pues no había huido cuando pude hacerlo. 

Continuará ... 

Mientras tanto les mando mucha luz, buena vibra y mucha felicidad.  Hasta la próxima! 

 
 

Y el voluntariado?

Hola a todos! Espero que estén muy bien y que les hayan gustado mis posts sobre el Reino de Camboya. 

Ya pasaron 5 semanas y es tiempo de partir para Indonesia, pero tengo cosas pendientes por contarles. Una de mis amigas me pidió que les contara sobre el voluntariado y aunque sé que es a lo que vine originalmente, no me parecía conveniente contarles sobre esta parte, pues no pensé que les pudiera interesar y por otra parte hay varias razones por las que me reseve un poco este tema. Les platico... 

Unas semanas antes de venir, uno de mis mejores amigos me mando un link por Facebook que contenía un artículo sobre los aspectos negativos del voluntariado. Mencionaba por ejemplo, que muchas veces aunque los niños si tienen papas, es más fácil mandarlos a orfanatos para que cuiden de ellos, o también mencionaba lo triste que es para los niños porque sufren una pérdida cada que se encariñan con un voluntario y después éstos se van. Este articulo me dejó un poco preocupada, pues no había investigado nada de esto en la organización IVHQ y ya había pagado mi programa y mi vuelo, así que solo me quedó desear que ninguno de los puntos que se tocaban en el artículo fueran el caso de mi voluntariado. 

Por otra parte en los meses previos a mi viaje, escuche muchos comentarios que me hicieron respecto a mi decisión, en su mayoría buenos comentarios. Muchos de estos sobre lo valiente que era, o lo orgullosos que estaban de mi mis amigos, o sobre lo noble y desinteresada de mi persona al llevar a cabo este proyecto que tenía en mente desde hacía años.  Bueno pues en lo que a mí respecta, mi "buena obra" comenzó como un acto completamente egoísta, pues YO quería sentirme mejor conmigo misma, YO quería sentir  que aporté algo al mundo y  quería cultivar un mejor karma para MÍ. Así que como pueden ver, ni soy tan noble ni tan desinteresada. 

Honestamente desde un principio lo vi como un beneficio para MI solamente y no creo que esté mal, pues a fin de cuentas todos buscamos nuestra propia felicidad y hacemos lo que creemos necesario para obtenerla. Lo que sí les puedo decir es que este acto completamente egoísta poco a poco se fue convirtiendo en acciones que ya no se trataban de beneficiarme a mi, en este voluntariado ya nada se trataba de mí y mi necesidad de auto aceptación, se trataba de otras personas que necesitaban ayuda. 

Ahora me doy cuenta de que si es un tema que vale la pena contar y quizá sea un poco largo, pero espero les guste. Este post lleva dedicatoria, a mis amigas Bren y Sil, quienes saben el esfuerzo y sacrificio que implica cuidar a una persona que no se puede valer por sí misma. También lo dedico a mi primo Dany y a los niños del orfanato. 

El orfanato se llama National Borei for Infant and Children y es un lugar que alberga a aproximadamente 150 niños huérfanos con necesidades especiales, incluyendo niños con VIH (estos últimos son cuidados exclusivamente por mujeres ya designadas) 
Estos huérfanos van desde los 6 meses hasta los 31 años. Y las necesidades de cada uno son completamente diferentes. Hay niños con Parálisis Cerebral, distrofia muscular, síndrome de Down, autismo, etc. 

El primer día que llegue, desde la reja de la entrada principal me llego un olor muy fuerte a orines (así masomenos como huele Chatelet en París, pero más fuerte) En ese momento me comenzó a entrar la preocupación, pensé, seguramente tendré que cambiar pañales, pero está bien, ya se los he cambiado a mi sobrino, no creo que haya problema, solo pensaba, espero no me embarren de pipi, imagínense, yo que odio que mis manos huelan a cebolla o a taco, ajajajaja, ahora oliendo a pipi?!!! 

Me dirigí a la oficina de la Directora, una señora a la que me evitare la pena de describir, pues simplemente no se merece estar en mi post. En fin, me dijeron que estaría en el cuarto de juegos de los niños grandes. Estaba un poco decepcionada, pues deseaba que me tocara en el salón de fisioterapia, pero de acuerdo con mi entrevistadora, mi falta de experiencia en el tema no me permitía estar en ese salón. (Al parecer ir a fisioterapia seguido no cuenta como experiencia, jajaja) Después me enteré de que ninguno de los voluntarios en dicho salón tenían nada que ver con ser "fisioterapeutas". 

Me mostraron todo el orfanato, el cual es enorme, pues no sólo los niños viven ahí, también las personas que los cuidan, en algunos casos familias, tienen en el orfanato su residencia permanente. Al final del recorrido me dejaron en el que sería mi grupo. 

Al entrar había 3 maestras cantando mientras hacían muchísimo ruido con botellas de plástico llenas de colores, y 3 franceses (2 chicas y 1 chico de 23 años) les hacían segunda. La mayoría de los niños estaban sentados en sillas de ruedas y solo 2 en sillas normales. No eran bebes, había un par que se veían como adolescentes. Creo que cuando una persona "normal" se ve frente a una persona discapacitada, la mayoría de las veces hay un sentimiento de incomodidad, creo que inclusive se siente un poco de miedo y no les puedo explicar por qué, sin embargo yo también lo sentí, a pesar de tener familiares con discapacidades. 

Creo que los franceses vieron mi reacción, y aunque trate de sonreír, mi cara de impresion fue bastante obvia. Observe durante un rato. 
Las maestras, o como se les llama en el orfanato "mamas" seguían cantando y haciendo ruido, todos aplaudían y yo con mi cara de idiota, pues me incorporé y comencé a  aplaudir. Todos cantaban canciones en Camboyano, y jure que los franceses llevaban meses ahí, pues según yo las estaban cantando, aunque ya después me enteré de que solo llevaban ahí 2 semanas y que no sabían las canciones, solo las washawasheaban. 

Después de un rato el el chico francés salió de la habitación con una cubeta pequeña y regreso con la misma llena de agua. Las chicas francesas comenzaron a lavar las manos de los niños, mientras que las mamas partían fruta para el snack de la mañana. Ayudé a darles de comer y fue raro, no sabía si se podrían ahogar o si había alguna manera especial de alimentarlos, pero después de un rato me di cuenta de que todos podían comer, excepto Sok (uno de mis favoritos) quien solo come arroz pues es lo único que le gusta. (así como yo con los nopales o los jitomates o la avena, jajaja los que me conocen saben a lo que me refiero). 
 
Después del snack tocaba lavarles los dientes, los franceses me invitaron a ayudarlos y me mostraron un separador de Zapatos colgado en la pared que contenía en cada bolsa el nombre del niño, así como su respectivo cepillo. Me señalaban al niño dueño del cepillo mientas me repetían el nombre, tarde 2 semanas en aprenderme todos los nombres. No fue tarea fácil cepillarles los dientes, algunos se dejaban fácilmente, otros simplemente no abrían la boca, otros lloraban mientas las mamas  los acostaban en los tapetes para maniobrar mejor, otros pensaban que era un juego y mordían el cepillo tan fuerte que era imposible cepillarlos. Una vez que terminamos era hora de sacarlos al patio principal, en donde había columpios y otros juegos. 
El chiste era que los niños salieran y pasar un rato uno a uno con el voluntario. Siendo tantos huérfanos obviamente nunca tienen la atención completa de quienes los cuidan, por lo que les encanta que los voluntarios les den su tiempo solo a ellos, aunque sean unos minutos, y es muy obvio que saben que es momento de salir, pues los que podían comenzaban a perseguirme por el salón tratando de tomar mi mano para que les habriera la puerta. Era una escena de The Walking Dead (suena medio mal pero les juro que así lo viví el primer día). Tome a un niño pequeño, Davith de 6 años y el chico francés me dijo que le gustaba el columpio. Así que salimos, mientras observe que los franceses sacaban a los jóvenes en sillas de ruedas, eran 4: Ty, Roth y Paña hombres y Bopha mujer. 

Ty y Bopha, con parálisis cerebral y Roth con distrofia muscular tienen 18 años; Paña también con distrofia tiene 25 y, aunque solo el y Roth hablan bien, los 4 entienden perfectamente todo lo que pasa, inclusive saben algo de inglés. Estos cuatro disfrutaban mucho la compañía de los franceses, pues al ser jóvenes supongo que se sentían incluidos en un grupo, se acomodaban en una esquina con bancas y los franceses les ponían música moderna (no canciones para niños) y les prestaban sus lentes de sol, platicaban, les enseñaban sus iPhones, Facebook, fotos, dibujaban y en ocaciones daban la vuelta a la pista que rodeaba él área de juegos. A Bopha le encantaba que le pintaran las uñas, las francesas la peinaban también y le prestaban sus pulseras. Su discapacidad no le quitaba el hecho de que es una chica de 18 años completamente consciente de todo. 

   
(Ty)

       
      (Paña).                                       (Roth)

Mientras tanto yo seguía con Davith, el pequeño tiene algún tipo de retraso mental, y aunque luce como un niño "normal", no habla y le gusta jugar con las manos en el agua. Tiene una fascinación por observar cómo las gotas de agua caen de una mano a otra. Es un niño encantador, pero tremendo, lo perseguí varias veces pues salía corriendo y él es un niño al que no debe dejársele solo. Me derretía cada vez que me tomaba la cara con sus manitas solo para acercarme a él y sonreírme. 

 
   (Davith)

El mismo día saque también a Komsan (niña) a quien no podía quitarle la vista ni un segundo, pues le encanta comer y toma del piso lo que se encuentre y se lo mete a la boca, plástico, colores etc. Es gordita y muy pesada y muchas veces simplemente se sienta en el piso y rehúsa a moverse. En ese momento me di cuenta del esfuerzo físico que requería la chamba. También el mismo día saqué a Sopeak (niño) quien tiene un tipo de parálisis y me recuerda mucho a mi primo Dany. 

Después de 2 horas en el patio de juegos teníamos que regresar al salón, pues era casi hora de llevar a los niños al lunch, pero antes se les reunía a todos y se les sentaba para cantarles un tipo de canción de despedida. Posteriormente se les dirigía a los comedores en donde después de darles de comer a los que no podían solos, se les cambiaba el pañal (de tela) o se les llevaba al baño a aquellos que sabían ir solos. 

Después del descanso de 2 horas regrese al salón y me encontré con varios niños diferentes. Los franceses me explicaron que los niños que necesitan terapia física se turnan, unos por la mañana y otros por la tarde. Hicimos exactamente lo mismo. Cantar, lavarles las manos, snack, cepillado de dientes y salir a jugar, estaba tan cansada que solo recuerdo que por la tarde saque a Ser Hua (niña), tiene 20 años y algún tipo de retraso, es muy sonriente y linda y le encantan los columpios e imitar a los adultos en actividades como empujar las sillas de ruedas, mecer a algunos niños en las hamacas y sostenerles las manos y la cabeza cuando no querían lavarse los dientes. Debo confezar que me caía gorda cuando "me ayudaba" a lavarles los dientes a algunos de los niños, pero cuando se trataba de que ella se lavara los dientes se ponía súper rejega 😒. Además fue la niña que me pisó justo el pie que me lastimé antes de venir a Camboya, así que le huía un poco pues es alta y pesada, y me daba un poco de miedo que me volviera a lastimar. 
  
El primer día acabe molida, hice mucho esfuerzo físico y al salir aún estaba un poco en shock. Tenia oportunidad de cambiarme a ayudar con los bebes, pero la cara de la Directora cuando me asignó al salón (como retándome) y la cara de los franceses cuando me vieron interactuar con los niños por primera vez (cara de desaprobación) me hicieron desistir y decidí quedarme en el salón de los niños grandes. 

Así pasaron un par de semanas y poco a poco me fui acostumbrando a los niños. Me aprendí sus nombres, lo que les gustaba hacer, sus reacciones a ciertas cosas. Aprendí a lavar los dientes de niños que no se dejan jajaja. Me acostumbre a los olores y a las secreciones (mocos y babas) y comencé a preguntarme qué sería de los pequeños cuando crecieran, que sería de los grandes, que sería de los jóvenes con parálisis y con distrofia? Comencé a admirar cada dia más a las mamas y a las familias que cuidan a los niños, pues se notaba y se sentía que lo hacían con convicción y con amor, es decir, se veía que realmente disfrutaban de cuidar, entretener y enseñar a los niños. 

 
(Pool day! Único día de la semana en que se les bañaba bien) 

Me parecía impresionante ver cómo inclusive cuando alguien se hacía pipi, se reían y corrían por el trapeador y se apresuraban a cambiar su ropa. Cuando alguien tiraba el agua o la leche igualmente sonreían. Tengo que decir que me sentía completamente idiota cuando alguno de los niños bajo mi cuidado, se hacían pipi o tiraban algo, sin embargo las mamas no me juzgaban, se reían conmigo y me ayudaban a limpiar. El idioma no era barrera para cuidar a estos pequeños, aunque la mayoría de las mamas no hablan inglés nos hacíamos entender, me daban indicaciones y yo las seguía. Los franceses me ayudaron mucho, estos veinteañeros me hicieron darme cuenta de que no todo está perdido en el mundo. Se les veía el cariño genuino que sentían por los niños y hacían las cosas con gusto. Aún recuerdo que el primer día después de cantar la canción del Old McDonald me invitaron a cantar otra canción, a lo que respondí -yo no sé cantar- y su respuesta fue, -a ellos no les importa si cantas mal, no tengas miedo de parecer tonta, en serio, a ellos no les importa-. 

Ese comentario fue como un sape, un despierta! A que carajos vienes si no es a ayudar!, así que después de un rato de pensarlo, les enseñe la canción favorita que mi sobrino, 5 little monkeys y después de unas semanas hasta me aventaba algunos palomassos con el micro del karaoke, a los niños les encantaba, obvio eran canciones para niños.  A Bopha le encantaba señalarme para que cantara y cuando terminaba levantaba su dedo gordo en señal de aprobación 👍🏻.  Fue toda una experiencia lo de la cantada pero definitivamente no estoy lista para concursar en la Voz México. 
Me tocó ver cuando los franceses se despidieron de los grandes, Ty, Bopha y Roth lloraron mucho, sabían que probablemente no volverían a ver a los amigos franceses que los cuidaron durante 4 semanas. Fue una escena muy triste, yo paseaba mientras tanto a Paña en su silla de ruedas y cuando él vio esto me dijo: -you go home? Thank you!, mientras me dio su mano para agradecerme. Pensaba que yo también me iba, y cuando le dije que aún no me iba me dijo; -oh, good, thank you- y seguimos caminado.
 
Me di cuenta de lo triste de la realidad de estos cuatro jóvenes, completamente lúcidos y conscientes pero presos de su propio cuerpo. Algunos días observaba como se deprimían, como se aburrían por tener que cantar las mismas canciones bobas para niños pequeños, sin embargo sonreían y cantaban. Quizá eran mentes brillantes atrapadas en cuerpos inservibles e incontrolables, pero eso nunca lo sabré, pues no había nadie que los enseñará a leer o escribir, simplemente no había tiempo y no había personal suficiente. El solo hecho de mostrarles mis fotos o mi Facebook cuando me lo pedían me hacía sentir mal, no sabia si enseñarles mi vida los deprimiría más. Bopha fue una gran revelación para mí, una niña que quería ser bonita a pesar de su condición, le gustaba ver a los bebes, le gustaba ver novelas y probablemente soñar con el príncipe azul, con la gran diferencia de que muy probablemente nunca tendría la oportunidad se salir a buscar estas cosas por ella misma. Le tome un cariño muy especial y todos los días le repetía que era la niña más bonita mientras le ponía flores en el cabello. Aún así nunca quiso comer galletas porque no quería engordar y nunca me dejo tomarle foto.

Después de ese día me preguntaba constantemente si mi despedida sería igual de triste y sabía que no podía apegarme a ninguno de ellos, pues además era lo que la organización recomendaba. Tenía que asegurarme de pasar tiempo con todos los niños para no encariñarme con alguno en particular (demasiado tarde) y aunque no sentí particular apego por ninguno, si sentía más cariño por unos que por otros. 

Después de la partida de los franceses, que por cierto estaban con otra organización, me quede sola un par de días con las mamas y los niños. Fueron días de mucho trabajo, pues aunque llegaban nuevos voluntarios, la mayoría querían estar con los bebes, o en el grupo de fisioterapia. Pasaban medio día con mi grupo y después pedían su cambio 😢, por lo que nos tocaba atender a los niños solo a las mamas y a mí. 
Por fin llegó otro grupo de franceses, y como me habían dejado tan buena impresión los anteriores realmente pensé que los nuevos serían parecidos, jajaja pero no, fueron todo lo contrario. Igualmente 1 hombre y 2 mujeres, solo que no crearon ningún lazo con ninguno de los niños, ayudaban muy poco y cuando lo hacían tenían cara de disgusto, nunca querían cantar ni jugar. Inclusive cuando sacaban a los grandes en sus sillas de ruedas se iban a unas bancas a platicar entre ellos mismos sin interactuar con los niños mientras aprovechaban para tomar el sol. Fueron todo un fiasco, pero en realidad no los puedo juzgar, me queda claro que este tipo de voluntariado con personas con necesidades especiales definitivamente no es para todos, bueno el voluntariado en general no es para todos y eso no los hace malas personas, aunque en verdad yo deseaba que ya se fueran, pues no aportaban nada. 

Fue con la llegada de estos franceses nuevos y con la llegada de mis nuevas roomates australianas que me di cuenta de que No todos los voluntarios eran lo que yo esperaba. Hay quienes lo hacen por turistear y que les sea más barato, hay quienes lo hacen por decir que fueron voluntarios, hay quienes lo hacen por postear fotos en Facebook, hay quienes lo hacen obligados por sus padres o escuelas y hay quienes tenían todas las buenas intenciones del mundo pero simplemente no pudieron con el reto al ver tan cruel realidad. Lo que estas personas no entendieron, es que nunca se trató de ellos, se trataba de estos niños que necesitan ayuda, necesitan amigos y necesitan cariño. Creo que hasta cierto punto yo sí lo entendí, no sé si por completo, probablemente no, pero de que aprendí algo, de eso si estoy segura. Después de unas semanas me di cuenta de que mientras estaba con los niños no pensaba en otra cosa que no fueran ellos, estaba presente 100% en el momento. Aún cuando yo misma olía a pipi por cargarlos o cuando mi ropa estaba llena de babas no lo notaba hasta que llegaba a mi casa y pensaba, por lo menos me puedo bañar yo sola. 

Me sentía preocupada pensando que sería de los niños si ningún voluntario quería quedarse en ese grupo, quien ayudaría a las mamas, pensaba que debí haberme suscrito para quedarme más tiempo. Por fin en mi última semana llegaron dos niñas Belgas de 18 años, ambas mis roomates nuevas y fue impresionante ver cómo interactuaron con mi grupo, no tenían cara de miedo, ni incomodidad, ni asco. No necesite pedirles que cantaran ni que ayudaran, lo hicieron de manera natural mientras sonreían, hacían preguntas y me pedían que les repitiera los nombres, inclusive washawasheaban las canciones en camboyano así como yo lo hacía cuando las mamas cantaban. Fue lindo saber que siempre había alguien que si estaba dispuesto a ayudarlos aunque no lucieran tan lindos como los bebes. 

Mi último día fue triste, Roth, Paña y Ty estaban muy tristes y Bopha lloro muchísimo, yo solía pintarle las uñas y ponerle flores en el cabello así que supongo que era natural, le dijo a las mamas que se quería ir conmigo a México, y Paña me decía: -you work here-. Roth me abrazo muy fuerte y me preguntó por qué no lloraba, no supe qué decir, ni siquiera yo sé por qué no lloré, supongo que por una parte sabía que se acabaría, por otra parte ya quería irme de Camboya, otra parte estaba contenta de saber que había hecho algo que hacía mucho tiempo quería hacer, sabía que algo había cambiado en mi pero aún no logro descifrar qué. Las mamas me escribieron una carta de agradecimiento y me abrazaron, son mis heroinas y les agradeceré siempre lo que aprendí de ellas. Me despedí sin promesas, pues si bien sé que en México las promesas no significan nada, no estaba segura de si en Camboya significan algo, pero supongo que si, pues son budistas en su mayoría y no quería prometer algo que no sé si pueda cumplir. Aunque me gustaría regresar sé que en México me espera mi vida de adulto y no sé si está me permita regresar. 

 

No les puedo contar exactamente todo lo que aprendí, pues fueron muchas cosas y este post ya se alargó jajaja, además aún no asimilo todo, pero créanme que si era algo que necesitaba hacer y me siento afortunada de haberlo hecho. Fueron 5 semanas de muchos retos en todos los aspectos y me siento orgullosa de haberlo logrado. 
 
 

Ahora tocaba cerrar mi estancia en Camboya con broche de oro, así que el último fin de semana me dirijo al proyecto Modukury para ver a los elefantes. Pero de esto les contare en el prox post. 

Por lo pronto espero que este les haya gustado. Resumí muchas cosas pues no los quería aburrir pero si quieren sabe más me pueden preguntar sin problemas. 
Mientras tanto me despido deseándoles mucha luz, buena vibra y mucha felicidad. Hasta la próxima!! 

jueves, 15 de septiembre de 2016

No tengo llenadera! Amo Siem Reap!

Hola de nuevo. Como ya saben se me ha complicado postear en el blog por problemas con en internet, está pésimo y no había podido postear nada desde el domingo. Asi que en este momento me encuentro en el Country Club (jajaja que fresa), echándome una coca líght  de 2 dólares 😒 para poder usar el internet decente. Así que este post será súper rápido jaja, sorry. 

El fin de semana pasado me fui a Siem Reap, la verdad me gusto tanto el lugar desde la primera vez, que tenía que regresar antes de irme. Ya sabia que me habían faltado cosas por ver, así que me lancé de nuevo a esta encantadora ciudad con mi amiga Australiana por segunda vez. 

De nuevo tomamos el autobús nocturno y llegamos a las 6 de la mañana al hostal. Afortunadamente nos dejaron pasar a la habitación, lo que nos permitió tomar una pequeña siesta pues aunque el autobús es cómodo, tampoco es lo ideal para descansar. A las 8 de la mañana nos levantamos para prepararnos para salir y buscar un tour que nos acomodara en horarios, pues queríamos estar relajadas, sin presiones y simplemente disfrutar de la ciudad. Encontramos un tour que nos llevó a la aldea flotante de Kompong Pluk. 

Si alguna vez vienen a Camboya y quieren ir a visitar las aldeas flotantes (hay varias), les recomiendo esta. Hay varias aldeas que son un poco como una estafa, pues las compañías de tours te llevan a escuelas en condiciones deplorables para convencer a la gente de que donen dinero o de que compren en una tienda local un costal del arroz por 60 dólares, supuestamente para apoyar a los aldeanos, pero al final acaban revendiendo el arroz a tiendas de abarrotes o en mercados. Hay historias de otros voluntarios que cuentan inclusive que si se rehusan a comprar el arroz o a donar dinero, los guías de turistas les dejan de hablar y de responder preguntas durante el recorrido. 

Nuestro tour estuvo bastante bien, el conductor de Tuk Tuk nos llevó a la aldea y estando ahí nos subimos a una lancha que típicamente usan los pescadores, esta fue conducida por un niño que se veía de unos 13 años y ya a su corta edad dominaba el manejo de la lancha. En estas regiones tan pobres y poco desarrolladas los niños en realidad van a la escuela cuando pueden, primero está el trabajo y llevar dinero a su casa y hasta después la escuela, así que es común verlos manejando lanchas para pasear a los turistas. 

   
 

Esta lancha nos llevó río abajo donde había una mini isla con botes más grandes que después transportan a los turistas hacia la aldea. Nos tomo cerca de 20 minutos llegar a la isla para tomar el bote grande y llegar a la famosa Floating Village de Kompong Pluk. Y de nuevo, el capitán del barco era un niño, de 14 años, acompañado de su amiguito de 11 años. Los dos fueron muy simpáticos, el capitán del barco inclusive cantaba jajaja, aunque por el motor no se escuchaba bien. 

   
     

Estas aldeas no están precisamente construidas en el río, más bien son pequeños pueblitos que se inundan cuando se desborda el río Mekong en la época de lluvias y por eso son construidas a lo alto, aproximadamente 6 metros de alto. (Definitivamente los Camboyanos son más inteligentes que los Mexicanos, así deberíamos hacerle en Querétaro jajaja, pásenle el tip a Pancho y a Marcos jajaja). De hecho en época de sequía lo botes se encuentran estacionados totalmente, pues no hay más que charcos y la gente puede andar caminando. Esta época del año es de lluvias, así que obvio el nivel del agua está bastante alta se puede apreciar un pueblito inundado pero lleno de color y a la gente chambeando yendo y viniendo en sus botes. 

   
       

Después de recorrer la aldea nos llevaron a una pequeña cabaña donde hay una parada de pequeñas lanchitas conducidas por señoras que llevan a los turistas de paseo adentrándose al bosque inundado. Las señoras están sentadas en sus lanchas bajo los árboles, echando chisme mientras esperan a los clientes. También hay un restaurante donde la especialidad es la carne de cocodrilo, nos contaron los niños que manejaban el barco que no hay cocodrilos en el río, y suponemos que nos dijeron la verdad, pues había gente nadando en el pueblo como si nada. Se supone que hay granjas, que es donde los crían para consumo humano. En el restaurante tenían una jaula con cocodrilos pequeños, no supe si para escoger al que te quisierás comer jajaja, pero preferí no averiguarlo. 

      
                                                                                                                         (Cocodrilos listos para asar )

Yo ya no pude subirme a las lanchitas, pues estaba súper mareada por el trayecto en la primera lancha y después el barco, tenía muchísimas nauseas y quise evitarme el oso de vomitar en la lancha 😳. Por otra parte debo presumirles que no tuve ningún accidente! Eso de subirse y bajarse de barcos y lanchas no está tan fácil, jajaja afortunadamente mis pies respondieron bien y no hubo tropiezos jajaja. 

Después de terminar el recorrido y regresar por el mismo camino, nos lanzamos a una granja de gusanos de seda en donde también se fabrican las telas, pashminas, y muchos otros artículos de seda a mano, por lo que son carerrimos. Esta visita no es lo más interesante del planeta pero bueno, aprendimos algo nuevo. Además nuestro guía andaba pedo! Jajajaj así es, olía a puro alcohol y se echaba unos chistoretes que no entendiamos pero que a él le parecían hilarantes. Lo que aprendí en este lugar, aparte del ciclo de vida de los gusanos de seda, es que las mujeres que trabajan los telares en su mayoría son sordomudas y hacer una pashmina de seda a mano puede tomar hasta un mes, dependiendo del diseño y se necesitan 2000 capullos aproximadamente. Es por eso que la seda es tan cara. No les resumo el proceso porque 1. Sería muy aburrido y 2. Entre el inglés mocho del guía y su estado de ebriedad se me dificulto entender muchas partes. 

   
 

Después de la granja de seda regresamos al hostal, no habíamos comido en todo el día desde y moríamos de hambre, así que queríamos llegar a bañarnos, cambiarnos y salir a buscar algo de comer. En el trayecto de regreso chocamos en el Tuk Tuk! Nuestro conductor estaba medio wey, lo bueno es que chocar en una moto a velocidad tortuga no causa tantos estragos, estuvo leve y obvio eso de los seguros no aplica entre Tuk Tuks, solo hubo un intercambio de palabras y fue todo, cada quien siguió su camino como si nada. Mientras tanto mi amiga y yo con el Jesus en la boca jajajaja. 

Una vez llegando al centro de la ciudad simplemente buscamos que comer y como justo llegamos al happy hour (juro que eso fue coincidencia jajajaja) pues bebimos, platicamos, recorrimos de nuevo la ciudad que tanto nos gusto descubriendo algunos lugarcitos escondidos como estudios de tatuajes (no se preocupen, no me tatué) y los famosos restaurantes de Happy Pizza. ( eso de la pizza se los platicó en persona cuando los vea jajajaj), otra parte del Mercado nocturno y más bares y restaurantes. Entre los restaurantes que encontramos fue el famoso Bugs Restaurant, que es conocido por sus platillos Gourmet cuyos ingredientes principales son los insectos. El lugar aún no abría cuando pasamos, pero el menú se puede ver y como desistí de la idea de comer insectos solo le tome foto al menú para que se den una idea. Igual y se les antoja y lo preparan en sus casitas jajaja. 

 

La aventura termino el domingo después de un desayuno en un restaurante que prometía miel maple para los pancakes pero me  engañaron!!!!! Esra casi que vil agua con azúcar,quedé muy decepcionada y hasta me puse de malas jajaja pues tenía muchísimas ganas de unos pancakes con miel maple, pero pues no se dio, ya que regrese de Querétaro me llevan mínimo al ihop antes de que me ponga a dieta. 

Este fin de semana, antes de partir a Bali me voy al tour de los elefantes. No había podido ir porque estaba cerrado, creo que estaban reestructurando la organización y lo cerraron por 2 semanas. Me voy mañana viernes y regresó el domingo por la mañana. Asi que hasta la próxima semana les cuento como me fue. Seguimos sin accidentes así que al ser un bosque lleno de peligros para gente torpe como yo, les pido me manden mucha buena vibra para que mis pies no se tropiecen jajaja. No se preocupen, por si las moscas llevo medicamentos, vendas, lonol y tenis jajaja.  Mientras tanto les mando mucha luz, buenas vibras y por supuesto sean felices!!!