miércoles, 21 de septiembre de 2016

Mondulkiri Project

Hola a todos! 

Ahora sí, lo que muchos esperaban, jajaja la aventura con los elefantes. 

 

No sé si ya les había contado, pero el plan original era ir el tercer fin de semana que estuve en Camboya, pero desafortunadamente cerraron el lugar por un par de semanas, por lo que me tuve que esperar hasta el último fin de semana. Creo que fue una buena buena manera de cerrar el círculo, aunque me dejo un poco exhausta para mi llegada a Bali. 

El proyecto Mondulkiri es una organización que se dedica a la conservación de los elefantes asiáticos. Están ubicados en una provincia que se llam Saen Monourom y organizan paseos para ver a los elefantes que viven libres en la selva y también ofrecen paseos guiados por la montaña. 

Salimos el día viernes por la mañana. Originalmente era mi último día en el orfanato, pero como tenía tantas ganas de ir a lo de los elefantes, termine mi voluntariado un día antes. Nos tomó más de 6 horas llegar, nuestro transporte fue una minivan, no tan lujosa como la primera a la que me subí, pero lo suficientemente cómoda. Solo hubo dos detalles, 1. El chofer conducía como loco!, no sé si mi percepción de conducir rápido cambio después de andar todo un mes en Tuk Tuk, y ahora ir a más de 70 km/hr me parecía estar en rápido y furioso version Camboya, el chiste es que sentí que iba rapidísimo y aparte en caminos llenos de baches. Además los Camboyanos no saben usar las luces altas para apurar al de adelante, que hacen? Pitaaaan! Toooodo el tiempo fue pitando, la verdad fue muy fastidioso. Y por si fuera poco el detalle 2. Dos chicas camboyanas con sus novios, que iban sentadas atrás de mi amiga Kerry y de mi. Iban en el chisme y se la pasaron hablando todo el camino, pero sus voces eran muy fuertes y agudas (el tono de voz de los camboyanos en general es muy agudo). Se reían, gritaban, se reían, gritaban, esa fue la dinámica durante más de 6 horas! Mi amiga y yo las queríamos ahorcar pero no nos quedo de otra más que ponernos nuestros respectivos audífonos y poner la música a todo volumen. 

El plan era ver a los elefantes el viernes y hacer el paseo por la montaña el sábado para regresarnos el domingo y yo poder tomar mi vuelo a Bali. Así que  el viernes llegando al hotel del Proyecto Mondulkiri (ellos mismos tienen unas cabañas que están construidas en lo alto de los árboles) nos indicaron que tomáramos solo lo indispensable para pasar la noche en una cabaña en el bosque después de ver a los elefantes. Nos pidieron lleváramos manga larga y pantalones largos por los mosquitos y repelente y nos dieron 5 min para estar listas pues ya solo nos esperaban a nosotras para hacer el recorrido. 

Mi amiga Kerry se apresuró a sacar cosas y ponerlas en una mochilita. Ante la presión de tener 5 min para estar listas yo solo saque mis chanclas de baño y la ropa que tenía planeado usar el domingo y me lleve todo lo demás. Nos llevaron en una camioneta pick up hasta el punto de partida. Íbamos en l parte de atrás y el terreno era tan irregular que brincábamos cada vez que la pick up pasaba un bache. Fue muy divertido. 

 

Llegamos a un cruce y nos indicaron que bajáramos pues de ahi teníamos que caminar hacia la cabaña en donde nos esperaban. Comenzamos a caminar y el terreno estaba muy resbaloso, pues había llovido un día antes. Ahí me di cuenta de que tenía que tener mucho cuidado si no quería salir lastimada de ahí. Después de caminar masomenos por media hora llegamos a la cabaña que en realidad era una choza y una vez reunidos con el resto del grupo, el guía nos indicó que lo siguiéramos. 


Había un pequeño sendero que nos llevaría al río en dónde podríamos ver a los elefantes. Desde el primer paso que di sobre el sendero mi pie resvalo. Ese sendero era mucho peor que el camino que habíamos seguido para llegar a la choza. No solo era más resbaloso, había también pendientes muy pronunciadas y el lodo las hacía más peligrosas de lo que ya lucían. La verdad tenía mucho miedo de lastimarme, además los tenis que llevaba no eran aptos para ese terreno pero no tenía otros, aún así no me podía rajar, era uno de mis sueños!, asi que busque algo con lo que pudiera apoyarme y encontré un pedazo de madera, lo suficientemente resistente para aguantar mi nuevo peso jaja. 

En verdad fue todo una aventura, teníamos que cruzar una parte del río por un Puente, escalar y bajar en lodo mojado, o sea súper resbaloso, inclusive pasar por algunos acantilados que se veían bastante aterradores, pero aún así en mi mente solo estaba "ver a los elefantes" era lo único que quería. Así que seguí, hasta que por fin, después de caminar por hora y media llegamos al río. Nos dijeron que los elefantes eran atraidos con el olor a comida, nos dijeron que tuviéramos cuidado con no ponernos detrás de ellos, que los podíamos bañar y que no le diéramos todos los plátanos al primero, pues veríamos a 5 elefantes más. 

  
 

El Mondulkiri Project rescata a elefantes de bosques deforestados y a otros victimas de maltrato humano. Nos explicaron que los rescatados de los humanos normalmente están acostumbrados a ellos por lo que no tienen problemas para socializar con las personas (ya se, suena contradictorio, pero así es) así que no habia que temer. Hay personas que los cuidan, son tipo guardabosques que tienen facilidad para atraerlos, normalmente con comida, y como los elefantes confían en ellos, los siguen. No se les ponen cadenas, ni se les lastima con lanzas, de hecho estos majestuosos animales llegan también nadando por el río y se van cuando ya no hay más comida jajajaja. Nadie los detiene, son libres. 

 
      

Desde que vi al primero me derretí! Era simplemente hermoso y majestuoso. Todos el grupo se aperro en la orilla del ir para verlos tocarlos y nadar con ellos. Eso fue lo único que no me gusto, pero durante un momento llegó mi turno de verlos, tocarlos y darles de comer. Fue una experiencia maravillosa. Inclusive ya sin comida pude acariciar durante unos minutos a uno de ellos, sentí que conectamos, jajaja no se crean , pero fue súper chido poder verlo a los ojos. Es un sentimiento especial. 

  
 

No sé qué más les puedo contar sobre esto, creo que las imágenes dicen más por sí solas.

     
(Mi amiga Kerry se llevó un susto, pensó que el elefante la devoraría, jajaja) 
    

Después nos llevaron a otra parte del río en donde vimos a 3 elefantes más, solo uno de ellos se acercó a la orilla, los otros dos pasaron a mi lado, con gran indiferencia y sus ojos ni siquiera voltearon hacia mi jajajaja, ay dolor! En fin, era la prueba de que son libres. Además eran nuevos en el santuario, al parecer seguían explorando él área. 

 

Comenzó a llover, así que nos dirigimos de regreso a la choza. Esta vez me costó menos trabajo, quizá porque ya había visto a los elefantes, o quizá porque ya sabia el camino, pero esta vez pisaba con más seguridad, lo que me permitió avanzar más rápido. 

Me gustaría decirles que aquí acabo la aventura pero no! Jajaja. Llegando a la choza nos despedimos de los que solo habían hecho el recorrido de los elefantes ese día. A los demás de grupo nos indicaron que dormiríamos en la choza a la que llegamos. Los 10 del grupo dormiríamos todos juntos jajaja bueno cada quien en su hamaca con mosquitero y una cobija, pues en esa área hace un poco de frío por la noche. Cenaríamos ahí mismo la famosa sopa de bambú, típica de la región y desayunaríamos pancakes de plátano con nutella antes de salir a hacer Treking por la montaña. 

Todos estábamos sorprendidos, al parecer nadie sabíamos que dormiríamos en una choza sin puerta y sin electricidad, en medio de la selva. Ya se imaginaran nuestra cara. Obviamente la choza no tenía baño, el baño estaba afuera a unos cuantos metros. Tenía una regadera con agua fría y tampoco tenía luz, había que hacer de aguilita y a oscuras, jajaja hablando de retos jajajaja. 

Después del shock de saber que dormiríamos en ese lugar tan remoto, a merced de la selva jajaja, nos dispusimos a descansar un rato. El grupo los conformábamos 10 personas, casi pura vieja, eso es todo! Había 3 suizas, 3 alemanas, una holandesa, un inglés, que era el único hombre y mi amiga Kerry y yo. Vimos el atardecer desde la choza, mientras pensábamos en el reto del siguiente día, pues se nos había informado que la caminata era de 18 kilómetros, nadie sabíamos pues esa información no aparece en la página de internet jajajJ. Así que un poco asustados parecíamos muy pensativos. Yo solo pensaba en mi dedo lastimado y en el peligro que representaba para un persona como yo, (torpe, ya saben) una aventura como esta. Tenía nada más y nada menos que 18 kilómetros para dar malos pasos y lastimarme. Fue tanto mi estrés que hasta comenzó a darme migraña, pero ya no me podía rajar, aunque sí lo pensé. 

   
   

Después de un rato la cena estuvo lista, obviamente cenamos sentados en el suelo y sin mesa. La cena estuvo buenísima y nuestro guía saco una botella de vino de arroz para acompañarla. Mientras cenábamos las mujeres que cocinaron para nosotros se apresuraron a cambiar las hamacas normales por las hamacas con mosquitero. Son hamacas con cierres que unen la tela de abajo con el mosquitero, imaginen un sleeping bag con una maya encima. 

Después de cenar nos quedamos platicando todos un rato mientras tratábamos de acabarnos el vino de arroz. No lo hicimos, pues sabíamos que no queríamos estar crudos al día siguiente. Durante ese rato escuchábamos ruidos raros, obviamente animales y un sonido muy particular, parecido al sonido terrorífico de la serie Lost, de cuando va a aparecer la sombra. Cada que lo escuchábamos todos nos quedábamos callados y nos volteábamos a ver. La verdad si daba miedito, pero ahora que lo recuerdo me da risa  Después de un rato de estar sentada en el suelo ya no podía más, estaba súper cansada, así que dije buenas noches y me fui a encerrar a mi hamaca, las alemanas hicieron lo mismo y los demás se quedaron platicando. 

A la 1 de la mañana aprox. mi pequeña vejiga comenzó a dar lata! Tenía que hacer pipi! Lo pensé durante 1 hora, estaba completamente despierta y a punto de hacerme en la hamaca, y sabía que si no iba al baño no podría dormir en toda la noche. Escuchaba el sonido ese aterrador de Lost y me decía a mí misma, mejor duérmete jajaja, pero no podía. Me armé de valor y como no había luz agarre mi teléfono, puse la lampara del mismo y salí de la choza hacia el baño lo más rápido que pude y sin voltear a ver hacia la oscuridad. Ya de regreso en la hamaca por fin pude dormir mientras aún dudaba en si subir la montaña o regresarme al pueblo para no exponerme, de todas maneras era obvio que la decisión ya estaba hecha, pues no había huido cuando pude hacerlo. 

Continuará ... 

Mientras tanto les mando mucha luz, buena vibra y mucha felicidad.  Hasta la próxima! 

 
 

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